Me agrada, haber comprendido lo importante que es vivir, ver cada mañana al despertar que existe un nuevo día, tener fuerzas y ánimo suficiente para participar y disfrutar de ese día. Y cada día que me sienta mal o extraño, tener un amigo a quien contarle; Como ahora, que todo se lo cuento a Andy.
El me escucha, a veces me aconseja para que me sienta mejor, hay momentos que no lo entiendo cuando me habla, pues se mezclan unos ruidos y voces; Esto hace que distraiga un poco mi atención y olvido a Andy.
Él es mi amigo, cada vez que estoy solo está a mi lado, si tengo un problema, miedo u obsesión, como sucede a veces, ahí está él, hablándome y dándome mil soluciones, al final solo ha pasado el tiempo, pues el problema continua, hay ocasiones que no estoy en acuerdo con sus consejos y no le hago caso, pues creo que lo que yo pienso es la mejor forma para solucionar ese problema, que en realidad es diminuto pero yo no lo veo así y como siempre me equivoco y lo que tanto he pensado me está haciendo daño.
Aparece Andy y me tranquiliza, me habla un poco y se marcha, siempre es así.
Pero el problema continua, termino agotado buscando una solución, finalmente me doy cuenta, que ni Andy ni yo podemos resolver el problema.
He comprendido que necesito una tercera opinión y lo más seguro es, alguien que te dé confianza y esté cerca. Un amigo real.
Y me agradaría saber, si cuando no pueda ver un nuevo día y deje de existir.
¿Podré imaginar un nuevo amigo?
Fermín
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