La semana pasada, fue bastante difícil para mí. Mis pensamientos o "problemas", los escribí en un folio, decidí entregarlos a mi educadora Lucía, el día de actividad de revista. Lucía me lo entregó una vez lo había leído, y me dijo: Fermín quieres que hablemos al terminar la actividad?. Yo no le respondí, pero necesitaba hablar con ella, cuando todos terminamos nuestros trabajos, Lucía estaba sola en la zona de comedor, yo me dirigí hacía ella, nos sentamos y me preguntó. Cuéntame que te preocupa? Hablé bla, bla, bla.
Y ella me hacía preguntas sobre el porqué!!! De lo que yo pensaba; No pude responder a ninguna de ellas, pues para mí no existía la respuesta.
Lucía muy atentamente me escuchaba y no me culpó de nada, solo hizo como siempre, fue aclarándome mis ideas y haciéndome más fácil entender, lo que para mi es un problema. En ningún momento dijo, ni insinuó, nada sobre mi mal.
Y me hizo la misma observación de diferentes formas de expresión, hasta que comprendí!!!. Que, debía hablar más con la gente de mi entorno (Familiar).
Y he asumido que, asisto al Centro para que me ayuden a entender que, no todos los que están en mi entorno para mí son un problema. Tras horas de meditación he entendido, la amable y atenta lección de confianza que Lucía me ha dado.
Agradecí su ayuda y el tiempo que personalmente me dedicó, y como siempre, me respondió. Es mi trabajo Fermín !!!
Con todo mi afecto atte Fermín
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