Ayer te escribí una carta con acuse de recibo, aún espero tu respuesta, se que no me has entendido, quisiera ver las razones, saber cual es el motivo, de no contestar mi carta y tenerme en el olvido. Son muy pocas las razones que acentuan mi soledad, tu no ves mi situación, quisiera por un momento que ocuparas mi lugar y tal vez de esa forma ya comprendas la verdad, la verdad que solo es una, la que no hay que ocultar y es con la que yo hablo con toda honoravilidad. Cada cual dice sus cosas y agrega sus complementos los justos para llevarse el apollo mas preciado, el cariño y el sustento. Yo tan solo estoy, que hablo en mi soledad y me doy fuerzas y ánimos y no dejo de pensar, sí pensar como a mi me han dicho y escribir con la verdad que la vida me ha enseñado a querer y a perdonar.
Fermín
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