Hola
oscuridad, mi gran amiga, estoy aquí contigo. Me ha llegado una
visión que lentamente dejó su semilla en mi cerebro mientras estaba
dormido, esta fue plantada y aún la tengo ahí.
En
inquietos sueños camino sólo, por calles empedradas, bajo la tenue
luz de farolas, mientras un rayo de luz que con sus destellos,
acuchilla mis ojos y rompe la noche.
Yo
escucho el silencio y en la luz brillante, veo mucha gente hablando
sin ser oída y gritan voces que no comparto porque rompen mi
silencio.
Alzad
los brazos les digo a esas personas y escuchad mis palabras, que os
caerán desde el cielo; y suena el eco.
La
gente se arrodilla y ora al Dios que se refleja del rayo de luz y en
él comienzan a leerse unas palabras luminosas, de un letrero que
dice: "palabras de profetas, que están escritas en la biblia".
Y
mientras todos oran, aparece un susurro que interrumpe mi sueño.
Fermín